La Bayunca de San Antonio, una floreciente y alegre población que
despide una fragancia a rosas campesinas y a cultivos agrestes, habitada por
mujeres laboriosas y campesinos nobles que dan el corazón en la mano, ubicada a
medio paso de La Heroica en la vía que conduce de Barranquilla y desde la que
se avizoran los desesperados aleteares de las mariamulatas sedentarias y los
alcatraces bobos que revolotean sobre las cúpulas de las coloniales iglesias
huyéndole a la fetidez de la bahía, cansada de esperar y de esperar una que
otra promesa ha comenzado a luchar por su futuro al esgrimir la bandera de la
municipalidad conjuntamente con los pueblos de la Bahía de Calamarí y con la Boquilla
cuya nota predominante es la pobreza y el abandono, no obstante, encontrarse en
esas zonas los mayores focos de interés industrial, agrícola y turístico.
Con una población corajuda, Bayunca lucha por erigirse en
municipio y así terminar con un siglo de ostracismo, pues para los alcaldes de
Cartagena sigue siendo lo que antaño fue, según el historiador Donaldo Bossa
Herazo, una venta caminera, una posada o un mesón, a donde llegaban los
transeúntes ocasionalmente a comer, a dormir o a comprar las hortalizas que
cultivaban. Hoy es un población orgullosa de su pasado desde que llegaron los
jefes de las familias Vivanco, González, Correa, Tuñón, Monsalve, Gulfo,
Batista y muchísimos otros que contribuyeron a su grandeza.
Considerada
la despensa de Cartagena, rica en cultivo de frutas y hortalizas, es muy común
observar en las madrugadas la larga fila de carros llenos de guacales con
frutas unos, y con animales otros, que vienen a abastecer el mercado de la
ciudad. No obstante, a esa noble población le ha tocado realizar paros cívicos
para llamar la atención del Gobierno Distrital, fruto de esos reclamos es el
acueducto que cinco años después de su pomposa inauguración sigue sin una sola
gota agua.
Irónicamente
los pueblos que viven la más absoluta pobreza y abandono de la Nación son los
que se encuentran a las puertas del patio trasero de una de las ciudades que
proporcionalmente tiene el presupuesto más opíparo y la tasa de valorización
más alta del país. La sorpresa de la gente al llegar a Pasacaballos, cuyas
calles se encuentran en el puro barro como hace cien años, es que el pavimento
que cubre a Mamonal, la zona industrial más próspera del Caribe, colinda con el
primer patio de la población. Esas precarias situaciones de Pasacaballos, que
la viven otras poblaciones como Bayunca, Boquilla, Santa Ana, Manzanillo del
Mar, Barlovento, Arroyo Grande, Puerto Rey, Punta Canoa, Zapatero, Bocachica y
Palenquito, donde no hay agua potable, no existe alcantarillado, sin pavimento,
sin comunicaciones y con una precaria iluminación y sometidos al olvido de la
administración las ha llevado a iniciar la gesta emancipadora por la soberanía
municipal , pues es mucho entrar al siglo XXI administrando nuestros propios
recursos y protagonizar el desarrollo de las poblaciones y no recibir confites
y caramelos por parte del Alcalde Distrital cada vez que le mostramos la
pobreza y el abandono dijo Antonio Gulfo, uno de los más tenaces y febriles
dirigente de la poco razonada y calenturienta idea separacionista como la
calificó un sector de la prensa de la ciudad.
Desde todo
punto de vista, a pesar de la oposición de quienes tienen intereses de toda
índole, conviene la creación de estos nuevos entes territoriales, no por
capricho de ellos, si no por que la ley les da ese derecho y además porque
históricamente se han identificado social, cultural y económicamente con la
consuetudinaria humillación a que los ha sometido Cartagena y además porque ya
llegaron a la mayoría de edad y quieren comprometerse en el futuro desarrollo y
en la administración de sus propios recursos provenientes de los ingresos
corriente
LOCALIZACIÓN DE BAYUNCA